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Sola

 

Me gusta una solera de los '90

que era de mamá

o porque era de mamá

Usarla en enero

en enero cuando a la noche se pone fresquito

y la tela no se me pega a la piel

y se sienten como frescas las flores

medio desprendidas del vestido

medio idas al trago

Hay un segundo aire

en el roce del ruedo sobre los tobillos

el estampado no se renueva

y toda la vida es el mismo enero

aplastado en la espalda

sola que a veces

parece diferente

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Quiero que me busques soy el muro agusanado tras el espesor de la enramada. Hay un enjambre de moscas que bien suenan a mis pensamientos. Ahora que nadie me tiene albergo grillos en los oídos y duele menos el ruido de la soledad y el sol me rastrea a duras penas entre la humedad donde se hunde el pecho descolorido.

¿O no es tu memoria, también, esperpento y autoficción?

<< A mi otra yo, que me acompañó los últimos cinco años . A quien despido con esto . Y amo . >> <<Once there was a little girl used to wonder what she would be went out into the big wide world now she's just a memory>> Mark Knopfler Prólogo No es casual que a este breve poemario lo integren ocho poemas (además de las intervenciones de los Corifeos): Las arañas tienen ocho ojos y ocho patas y, para varias culturas, son   el símbolo de la evolución, del crecimiento y la sabiduría del destino que construimos. Y viene a cuento también por dos razones: El sentido del conjunto, desde la dedicatoria “a mi otra yo que me acompañó los últimos cinco años…” o, el epígrafe, donde cita al músico Mark Knopfler: “Había una vez una niña/ que se preguntaba qué sería salir al gran mundo/ ahora ella es solo un recuerdo” (la mala traducción es mía); recorren algo así como lo que en biología se conoce como la “muda”, la renovación de los tegumento