Me gusta lo profundo: El sueño dentro de los párpados, el pensamiento en poiesis, las miradas cursis, y el amor. La tierra en el océano, el centro de la llama. El ombligo de un embrión, los pies tiesos en la nada. Me gusta lo profundo: La pupila frente al espejo, el artista en creación, el origen de la gota, y el fin de la respiración. Me gusta lo profundo en la otra lengua que no es roja, ni húmeda, ni briosa, y en peligro de extinción. Eimí.