Cierre los ojos los ojos cierre nomás. Figúrese, qué amarillo el cielo está, qué otoñal el suelo que sus pies besan. Qué cálida brisita le vuela la capelina y el vestido de domingo. Figúrese usted, qué día atrevido y seco le roza la entrepierna peluda. Mis ojos se cansan a veces de verle la piel desértica, señorita, rozada por árboles, pastos, flores, zapatos, ropas, calles, verdulerías todo amarillento. Figúrese cómo el arcoiris que a mi boca circunda, podría hidratarle la mano con un beso. Cómo la humedecería, damicela, con mis manos de pincel y mi vagina de acuarelas.