Nos olvidamos niños a veces como siempre Olvidamos que somos tan niños con la fragilidad de los órganos en desarrollo y de la mente boba Nos avergüenza lloriquear por la paz de la leche materna Por el calor y la suavidad del pezón izquierdo Olvidamos si miramos todo desde abajo y con miedo Y con las ganas de niño de tironear el pantalón del dios que nos toma la mano para cruzar la calle ---------------------------------------------------------------------- Empujamos el recuerdo y la necesidad con la planta del pie, hacia abajo y lo enterramos a pesar de la sangre y el llanto. A pesar de los gritos de ahogo. La ayuda nos avergüenza. Nos atemoriza que nos pisoteen la cabeza del crecimiento y nos enterramos por dentro hasta olvidar- nos. Nos falsoprotege la autodefensa y nos creemos sanos. -Nos- sana la leche de los demás, ¿y mejor olvidar a que nos sanen?