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Y yo, y el alma, y yo

Una lágrima danza lenta
la música de una triste melodía,
una gota de nostalgia manifiesta
acaricia la ventana en lluvia de agonía...

Y yo, y el alma, y yo...

Un pie difuminado se sienta
en frío charco de melancolía,
dos labios besan la tristeza
del agua roja de una herida...

Y yo, y el alma, y yo...

El tiempo juega a entorpecer
la impaciencia de la interminable espera,
la tinta pinta en la piel
con el color de la cordura obsoleta...

Y yo, y el alma, y yo...

en los versos de un poema francés,
y yo, y el alma, y yo...
hacendo el amor con un abecé,
y yo, y el alma, y yo...
en la asfixia infinita de un perqué.

Eimí.
Abril 2010

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