- ¿Tu edad era...?
- Veinte años.
- Ah, qué chiquita...
- No me considero chica por tener la edad del tiempo y los años de la vida. Tal vez es usted el muerto.
Uno o dos silencios incómodos...
- ¿Y hace cuánto te dedicás a hacer arte?
- Veinte años y nueve meses.
Ella se para y abre la ventana sin preguntar.
- Dejamos demasiado olor a conversación - aclara.
Se retira moviendo provocativamente sus glúteos firmes de veinteañera y azota tras de sí, la puerta.
Ahora se acerca a mí y clava con bronca el punto final.
Ese sería el fin.
En un rato va a ponerse ropa cómoda y a prepararse un mate amargo.
- Veinte años.
- Ah, qué chiquita...
- No me considero chica por tener la edad del tiempo y los años de la vida. Tal vez es usted el muerto.
Uno o dos silencios incómodos...
- ¿Y hace cuánto te dedicás a hacer arte?
- Veinte años y nueve meses.
Ella se para y abre la ventana sin preguntar.
- Dejamos demasiado olor a conversación - aclara.
Se retira moviendo provocativamente sus glúteos firmes de veinteañera y azota tras de sí, la puerta.
Ahora se acerca a mí y clava con bronca el punto final.
Ese sería el fin.
En un rato va a ponerse ropa cómoda y a prepararse un mate amargo.
jaja. me gusto, no se a que viene, pero aun asi. momento muy bien graficado
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminar