Cuando llueve fresco desde arriba
no digo cosa absurda como el llanto angelical,
y sí que un pequeño espíritu blanquecino
se cuela a través de mi huequito lacrimal
desde las afueras de mi ventana en segundo piso;
y con su olor a viento mojado se instala
en el borde minúsculo de la pupila negra
donde la visión se origina infinita,
y allí mismo, en ese espacio reducido
se canta a mil voces libres
-gigantes como peñazco-
las letras que se hacen eco hasta las uñas
rebalsadas de calcio, mugre, y poesía.
no digo cosa absurda como el llanto angelical,
y sí que un pequeño espíritu blanquecino
se cuela a través de mi huequito lacrimal
desde las afueras de mi ventana en segundo piso;
y con su olor a viento mojado se instala
en el borde minúsculo de la pupila negra
donde la visión se origina infinita,
y allí mismo, en ese espacio reducido
se canta a mil voces libres
-gigantes como peñazco-
las letras que se hacen eco hasta las uñas
rebalsadas de calcio, mugre, y poesía.
Me gustó! un final "que te patea en la nuca" ;)
ResponderEliminarSaludos mi queridicilla!
Eaaa un poco tarde, gracias mi queridicillo! jajaja
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