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Del calambre de las manos.

Si estuviera muerta no habría letras apuñalando los renglones.
Sí sangre en mi cuello, el acero manchado o mi cuerpo deformado en la vereda.
Las entrañas estranguladas por dentro y el dulce correr del dolor en la muerte.
Y sería paz paz paz paz,
suavidad y ser entero
desplegado quizás
pero hay renglones muertos, inservibles ya,
mediocres tal vez,
disfrutando ser apuñalados maybe y desangrando su enemigo de tinta otra vez,
perhaps perhaps maybe maybe.
Pero hay esto
y no me gusta
No me gusta!
no lo quiero...
Quién dijo que no se puede embellecer un cadaver semicomido
por los carroñeros.

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